La tumba de Tutankamon

¿Por qué fue tan famosa la tumba del faraón Tutankamon?

Egipto fue una de las cunas de la civilización y un imperio que perduró durante más de 3.000 años.

Tuvo tres grandes épocas de esplendor, el Impero Antiguo, el Imperio medio y el Imperio Nuevo, y en todas ellas hubo poderosos faraones que nos dejaron un gran legado en forma de espectaculares construcciones.

Entre todos ellos, Tutankamon es el más conocido. No fue ni el más importantes ni el más poderoso, pero su imagen es el icono más representativo del antiguo Egipto, y por esta razón es interesante descubrir parte de su historia.

Tutankamon perteneció al Imperio Nuevo, período comprendido entre los años 1550 y 1070 a. C., en que Egipto fue gobernado por las dinastías XVIII, XIX y XX.

Murió muy joven, con apenas 18 años, después de un breve reinado de unos 9 años (entre 1336 y 1327 a.C.). Según estos datos, accedió al trono con unos 9 años, y aunque en Egipto la edad adulta era muy precoz, su extrema juventud hace sospechar que durante su reinado fue un títere de sus altos cargos.

Existen, sin embargo, muchas dudas sobre su edad, y estos datos podrían bailar 6 o 7 años.

Debido a estas circunstancias, Tutankamon no fue uno de los grandes reyes de los egipcios, pero es, sin ninguna duda, el faraón más famoso de la historia.

La razón de su trascendencia es que su tumba fue la primera, y por ahora la única tumba de los grandes faraones, que fue descubierta intacta y con todos los tesoros con los que fue enterrado. Este descubrimiento se convirtió en el mayor hito arqueológico del siglo XX.

En la cultura egipcia, la creencia en la inmortalidad y en la vida tras de la muerte, llevó a los egipcios a practicar el embalsamamiento y momificación de sus faraones para conservar su integridad tras su muerte. Preparaban su tumba para su vida en el más allá, y eran enterrados en grandes y exuberantes mausoleos, acompañados de todas sus pertenencias, en que se incluían sus incalculables riquezas.

Durante muchos siglos se erigieron grandes y espectaculares edificaciones para albergar sus momias, que reflejaban el inmenso poder que habían tenido los faraones en vida, y que les prometía igual suerte tras su muerte.

Las grandes pirámides de Guiza son un claro ejemplo.

Estas tumbas tan magníficas, sin embargo, resultaron no ser una gran idea. Llamaban tanto la atención que fueron asaltadas y expoliadas, primero por los propios descendientes de los faraones, y después por todo tipo de saqueadores a lo largo de la historia.

Para intentar evitar el saqueo, uno de los primeros faraones de la nueva dinastía que decidió cambiar de táctica y construir su tumba cavada en medio del desierto, en el más absoluto secreto. Este lugar fue lo que posteriormente se conocería como el Valle de los Reyes, y que se convirtió en una de las necrópolis más impresionantes del mundo, ya que allí se enterraron a la mayoría de los faraones de la nueva dinastía. Entre ellos, al faraón Tutankamon.

Estas criptas subterráneas quedaban camufladas bajo las áridas montañas de un basto desierto, y ocultaban multitud de salas y pasillos destinados a acumular las riquezas de los grandes reyes.

Esta estrategia funcionó durante mucho tiempo, pero con el paso de los siglos, también estas tumbas fueron poco a poco descubiertas y saqueadas. Actualmente pueden visitarse muchas de ellas, pero ninguna conserva prácticamente nada en su interior.

Una de ellas, sin embargo, consiguió escapar durante miles de años a los ladrones y, prácticamente por casualidad, fue descubierta en 1922 por el arqueólogo inglés Howard Carter. Esta fue la tumba de Tutankamon, clasificada como la KV62 (King’s Valley 62).

La tumba se encontraba situada justo debajo de otra correspondiente a un gran faraón, y se trataba de una tumba muy pequeña en relación a las demás.

Como hemos comentado, el sepulcro escapó a los saqueos durante más de 3000 años, y el tesoro hallado en su interior fue realmente impresionante. Tanto que se tardaron unos diez años en inventariar todos los objetos que contenía.

Como Tutankamon tuvo un reinado muy corto su tumba era pequeña y su tesoro era pequeño en comparación con los de los grandes faraones. Aun así, resultó tan espectacular que no es difícil imaginar las colosales riquezas que debieron albergar las criptas más importantes.

La revelación de la tumba Tutankamon tuvo una relevancia extraordinaria, y desató una gran pasión popular por la egiptología.

En los años posteriores a este acontecimiento, muchos de los exploradores que intervinieron en el hallazgo murieron en extrañas circunstancias. Esto hechos fueron atribuidos por mucha gente a una maldición ancestral, y contribuyeron a aumentar la leyenda de la tumba Tutankamon.